¿Por qué el Nuevo Testamento tiene estos 27 libros y no otros?
¿Por qué el Nuevo Testamento tiene estos 27 libros y no otros?
Jesús, quien actuaba por el Espíritu Santo (Hechos 1.2), les asegura la promesa del Padre (Hechos 1:4; 2:33), el bautismo con el Espíritu Santo, a diferencia del bautismo con agua (Hechos 1:5). Se trataba de que iba a venir sobre los discípulos el Espíritu Santo (Hechos 1:8). El tiempo era: "dentro de no muchos días" (Hechos Hechos 1:5). Promesa a la que pudieron esperar con perseverancia en oración, por medio de la obediencia y la fe (Hechos 1:12-14). La espera fueron diez días, cuando "estaban, todos, unánimes, juntos" (Hechos 2:1).
Poder para ser testigos (martyres, μάρτυρες); tener motivos, resistencia y fuerzas para soportar el martirio (Hechos 1:6-8), a pesar de no saber los tiempos (chronous, χρόνους) o las sazones (kairous, καιροὺς), que es el tiempo del Señor. El poder no era para hacer señales, sēmeion, σημεῖον (Hechos 3:12), prodigios,
terata, τέρατα (Hechos 5:12), o milagros, dynameis, δυνάμεις (Hechos 19:11), sino para ser testigos (Hechos 3:15), primero con amenazas (Hechos 4:17), luego con azotes (Hechos 5:40-42) y después con la muerte (Hechos 7:58-60).
Como un viento recio llenó toda la casa (Hechos 2:2), las lenguas como de fuego fueron repartidas a cada uno (Hechos 2:3) y todos eran llenos del Espíritu Santo y hablaban en otras lenguas (Hechos 2:4), en los idiomas de cada oyente (Hechos 2:8). La llenura espiritual les hizo hablar con seguridad (Hechos 2:14), y no sólo a los apóstoles (Hechos 4:1), sino a los nuevos creyentes (Hechos 4:29-31) y habitantes de Jerusalén, ciudad poblada por publicanos y pecadores, que iban aceptando la nueva doctrina de Jesús (Hechos 5:28; 17:6-9).
Los mandamientos vienen por el Espíritu Santo (Hechos 1:2), quien guía a la reciente iglesia a través de la Escritura del Antiguo Testamento (Hechos 1:16; 2:17; 28:25). Equipa de dones a quienes van siendo añadidos a la iglesia (Hechos 2:38) y a los consagrados los llena de valor ante los adversarios (Hechos 4:8; 6:10; 7:51, 55; 21:11) y les indica cuando deben actuar con el poder del evangelio (Hechos 8:29, 39; 9:17, 31; 11:12). Escoge a los misioneros y los acompaña (Hechos 13:2, 4; 16:6-7; 20:28) y les advierte de las tribulaciones (Hechos 20:23).
El Espíritu Santo se mueve en la oración de los primeros cristianos (Hechos 1:12-14; 2:1-4; 8:15). Se manifiesta cuando acababan de orar (Hechos 4:31). Actúa mientras Pedro hablaba (Hechos 10:44), pero también cuando comenzaba a hablar, caía el Espíritu Santo (Hechos 11:15). El Espíritu Santo interviene en concenso dando unidad a la iglesia (Hechos 15:28). Por imposición de manos, con la autoridad de Jesús, recibían el Espíritu Santo (Hechos 8:17; 19:6) y sin autoridad nadie podía usurpar este poder espiritual (Hechos 8:18).
El Espíritu Santo es una realidad presente y decisiva en la naturaleza y en el accionar de la iglesia cristiana (Hechos 1:8; 2:4). Con el Espíritu Santo, la iglesia supera obstáculos (Hechos 7:55), propaga el evangelio (Hechos 8:39), integra a los gentiales (Hechos 10:44-48; 15:7-11), selecciona a los líderes (Hechos 13:2; 20:28) y se abre a los nuevos campos misioneros (Hechos 13:4; 16:6-10). Con la oración la iglesia discierne la voluntad divina en el Espíritu Santo para realizar su misión (Hechos 1:23-25) y percibir la visión (Hechos 11:5; 22.11).